Uno de los errores habituales al conducir con niebla es el uso de las luces largas con las que conseguimos el efecto contrario ya que las luces largas se reflejan en la niebla y reducen la visibilidad además de molestar al resto de conductores.
Las luces antinieblas deben usarse OBLIGATORIAMENTE si la niebla es muy densa pero también hemos de apagarlas si deslumbramos al resto (están prohibidas en atascos o cuando la densidad de la niebla es menor).
Haz uso del limpiaparabrisas de manera intermitente para eliminar la humedad que provoca la niebla sobre el cristal.
En autopista o autovía circula siempre por el carril derecho y evita adelantar.
Hemos de aumentar la distancia de seguridad además de que no respetar la distancia de seguridad aumenta el riesgo de colisión, y todavía más al conducir con niebla.
Precaución con el llamado hielo negro. Este peligroso fenómeno se produce cuando el asfalto está a cero grados (o menos) y la niebla entra en contacto con él, de modo que el agua condensada se congela y el pavimento se vuelve peligrosamente resbaladizo. La capa de hielo es tan fina que casi no puede apreciarse, y por eso resulta más traicionera.
Se recomienda frenar de manera intermitente ya que conseguimos lanzar señales luminosas a los vehículos que van por detrás nuestro.
Recuerda, conduce con calma y no intentes salir lo antes posible de la zona de niebla, no pongas en peligro la seguridad de tus acompañantes ni la del resto de conductores.
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